La siguiente historia la escuche hace algunos años, y marco grandemente mi vida, ahora se las comparto con nombres, y lugares ficticios pero con la misma esencia.
Durante la segunda guerra mundial, el soldado Joseph Parker fue enlistado para poder formar parte del glorioso ejército estadounidense, cumpliendo así su sueño de servir a su patria, ese mismo día dio la noticia a su familia y mejores amigos, y a pesar de llantos por parte de sus seres queridos fue apoyado al cien por ciento.
Cuando llego por fin el día de partir, luego de haber culminado un mes de entrenamientos, llego acompañado de su familia al aeropuerto militar donde abordo el avión sin saber qué rumbo y destino tendría.
Pasadas muchas horas, llegaron a su destino, y fue informado que el avión estaba ingresando a cielo africano, donde debería combatir y apoyar las bases militares americanas en ese lugar, fue designado a una brigada de infantería. Ese día al llegar le asignaron una barraca y un catre donde debería pasar las noches, siempre y cuando no estuviera en combate o en alguna misión.
Luego de haberse acomodado, comenzó a escribir una carta dirigida a su familia, guardando siempre la orden de no revelar el lugar donde se encontraba establecido, les informo de su llegada sano y salvo a su destino, les pidió sus plegarias, y les envió algunas palabras de aliento, y finalmente se despidió; la correspondencia era llevada hacia una base en Inglaterra, posteriormente vía marítima hacia el pentágono en Estados Unidos, y ahí eran distribuidas mediante mensajería militar.
Parker, al haber finalizado el proceso de envío de cartas, se dirigió a ponerse a la orden del comandante de la base el cual lo asigno a una misión de patrullaje.
Pasado un mes, llego correo a la mayoría de soldados destacados en ese lugar, y Parker no fue la excepción, pero se extrañó al ver el nombre del remitente…
«Estimado señor Parker, le saludo cordialmente, deseándole muchos éxitos en tan noble labor que se encuentra realizando, el motivo de mi carta es para informarle que de alguna manera hubo una equivocación, y su carta dirigida hacia su familia llego a mi dirección, la cual esta detallada en el sobre de esta carta, me apena decirle que trate de devolver esta carta, para que pudiera seguir su curso a hacia su familia, pero me fue negada dicha petición, por lo cual le pido, si usted acepta, me escriba nuevamente y me indique la dirección postal de su familia y yo con mucho gusto les hare llegar su correspondencia, de todos modos, si estuviera en su lugar me seria de mucha ayuda este gesto, como dicen hoy por ti, mañana por mí…
apreciado señor Parker, déjeme decirle que lo felicito por estar sirviendo a nuestra patria, le admiro mucho, y espero tener noticias de usted….
Siempre suya: Mary Olsen
Parker se sintió molesto, por el sistema de correspondencia militar, pero se sintió muy agradecido con la señorita Olsen por lo cual inmediatamente procedió a corresponder su carta:
Estimada señorita Olsen:
Le saludo cordialmente, desde algún lugar… cuyo nombre no puedo revelarle, como ya se habrá dado cuenta, todo es por la condición actual de la guerra.
Deseo darle mis más grandes y sinceros agradecimientos, por haberse tomado la molestia de corresponder mi carta y hacerme ver la equivocación de la que fuimos objetos. y déjeme aceptar con mucho gusto su ayuda, y adjunto le envío la dirección de mi familia, para que usted pueda hacer llegar mis correspondencias a mis parientes, queda de más decirle que estoy eternamente agradecido con usted, y espero poder recompensarle este noble gesto de su parte.
Muy agradecido: Joshep Parker
Dicho y hecho, la señorita Olsen cumplió su palabra y le hizo llegar la correspondencia a la familia de Parker, sin ninguna demora, la familia Parker recibió noticias de su amado hijo.
La señorita Olsen, inmediatamente cumplida su labor, volvió a contactar al soldado Parker, para informarle que la misión estaba cumplida:
Muy querido Sr. Parker:
Me es muy grato hacer de su conocimiento que inmediatamente recibí su carta, esa misma tarde hice llegar a su familia su correspondencia, mediante correo nacional, por lo que le pido que no tenga ninguna pena en seguir enviándome correspondencia para su familia, le doy mi palabra que dichas cartas permanecerán selladas, y solamente su familia podrá leerlas.
Bueno, Sr. Parker, espero que este muy bien, y déjeme decirle que estaré pidiendo a Dios por su protección y que pronto Ud. pueda reunirse con su familia.
Siempre suya: Mary Olsen
Pasaron los meses, y las cartas entre Parker y la señorita Olsen continuaron circulando, poco a poco surgió una linda amistad entre ellos, cuando menos lo esperaron sus cartas dejaron de tocar el tema «familia Parker» y cada uno por su lado ansiaba recibir noticias del otro, Parker le contaba acerca de sus días buenos y malos en su guarnición, mientras que ella le escribía acerca de su vida personal, sus sueños, sus metas, su diario vivir etc. al cabo de un tiempo el amor toco a sus puertas, y a pesar de la distancia enorme que los separaba sus corazones estaban tan unidos como almas gemelas; mientras que la señorita Olsen comenzó a preocuparse por la seguridad de su enamorado, en Parker comenzó a nacer la llama de la desesperación por ver cara cara a la señorita Olsen, que había llegado a su corazón de la manera más inesperada y como por jugadas del destino, o por la voluntad divina.
Pasaron exactamente dos años, muchísimas cartas iban y venían, el amor conquisto el corazón de ambos, a pesar de la distancia, y de no conocerse físicamente, se conocían de tal manera, que la distancia era lo de menos, no conocían las voces del otro, pero podían saber el estado de animo de su amado y amada, con solo leer las líneas escritas; mientras que la srita. Olsen poseía una delicada caligrafía, cartas decoradas con los más creativos arreglos, Parker era un poco más simple con los detalles visuales, y con mala o pésima caligrafía, pero tenía un don especial en la manera que escribía lo cual compensaba su otras faltas.
Un buen día, mientras la srita. Olsen se encontraba a punto de irse a la cama, alguien toco a su puerta, ella se asomó por la ventana, y reconoció al hombre tras la puerta, era la persona que durante 2 años le había llevado la correspondencia, caracterizada por no llevar remitente, ni estampilla, y que venía de algún lugar del planeta donde su amado se encontraba luchando por su vida y por su patria, como era costumbre, se apresuró a recibirla, corrió a su cuarto, y a la luz de su lámpara de noche, comenzó a leer la carta:
AMADA MARY OLSEN:
Déjame decirte lo mucho que te extraño, y que a pesar de no conocerte, me haces mucha falta, antes que nada quiero agradecerte por haberme dado las fuerzas de cumplir con mis años de servicio, y por fin regresar a mi patria, y poder reunirme contigo, y así ver el rostro de la mujer que cambio mi vida, a la que debo en gran manera estar con vida hasta el momento, durante estos 2 años le pedí a Dios que me permita regresar con bien, y poder hacer feliz a la persona que se robó mi corazón.
Quiero darte la noticia, que dentro de 20 días, exactamente el 11 de septiembre del presente año, estaré arribando a una base militar en Estados Unidos, ahí permaneceré una semana en chequeos médicos de rutina, durante mi estancia en ese lugar te llamare por teléfono, y por fin conoceré la voz de mi amada, y nos pondremos de acuerdo para nuestro esperado encuentro.
Con todo mi amor: Joshep Parker
Mary Olsen salto de su cama de alegría, dio un grito lleno de felicidad mezclada con nervios, comenzó a temer muchas cosas, muchas preguntas albergaban su cabeza, y miedos rondaban su mente. ¿Que pasará si no le gusto físicamente? ¿Que pasara si él no me gusta físicamente? ¿Y si le gusto, pero se olvida de mis sentimientos? y así muchas preguntas se le formulaban dentro de sí.
Transcurridos los 20 días, Parker arribo a una base militar en Estados Unidos, paso por un chequeo médico de rutina, y finalmente con nervios a flor de piel, llamo por teléfono a su amada.
– Hola, mi nombre es Joseph Parker, deseo hablar con la señorita Mary Olsen.
– Soy yo, Joseph, soy Mary, espere mucho tiempo este momento.
– Mary, mi amada, mi amor, mis sueños se están cumpliendo, valió la pena la espera mi vida.
-Joseph, tengo miedo, ¿qué tal si no es buena idea que nos conozcamos aun? y que arruinemos esta relación tan perfecta y maravillosa.
– No amor, no temas, veras que todo saldrá bien, a pesar de la distancia a la que nos hemos enfrentado y los miedos y dudas que podamos tener, solo tengo una cosa clara… Mi amor por ti es puro y verdadero.
– ¿Puro y verdadero? ese es mi miedo Joseph, ¿cómo sabes que es puro y verdadero? si aun no me conoces personalmente y no sabemos lo que pueda pasar…
– Amor, cálmate, llego el momento de conocernos, no tengas miedo, confía en mí, todo saldrá bien, porque nos amamos, y no veo el momento de estar junto a ti… princesa, llegare el sábado al aeropuerto de San Francisco, mi vuelo llegara a las 10am, en punto, te estaré esperando mi cielo, pero… ¿cómo nos reconoceremos?
– Amor, llegare con un vestido azul, y con un broche rojo, en mi pecho, al lado izquierdo, cerca de mi corazón.
-Perfecto, vestido azul, broche rojo cerca del corazón, ahora dime algo que jamás hablamos en estos años… descríbeme tu cuerpo, tu color de cabello, todo esto con el fin de reconocerte más rápido.
-Joseph, Vestido azul, broche rojo cerca del corazón, eso es todo lo que necesitas saber en este momento, sábado 10am, san francisco, te veré en la sala de espera del aeropuerto… te amo.
Fueron las últimas palabras de Mary, e inmediatamente colgó la llamada, tanto Parker como Olsen sentían temor de lo que podría pasar ese sábado, temían que la magia terminara al conocerse en persona, el miedo de haber sido víctimas de la situación de soledad de ambos hubiera hecho que se aferraran el uno con el otro.
Sin embargo a pesar de todos los miedos, llego el sábado, Mary Olsen se arregló con su precioso vestido azul, tomo su broche rojo y lo guardo en su cartera.
Se dieron las 10 AM, Mary vio aterrizar un avión, sin duda era ese el que ella esperaba, era el único avión militar que aterrizaría a esa hora, inmediatamente saco su broche rojo de su cartera y corrió hacia la sala de espera…
Parker estaba nervioso, sus manos le sudaban, su cuerpo le temblaba, su corazón palpitaba a mil por hora, tanto que sentía que de un momento a otro se le salía del pecho, bajo las gradas del avión, paso por los puestos de seguridad, tomo su equipaje, y salió al corredor que lo llevaba hacia la sala de espera, con su mirada buscaba ansiosamente a su amada.
Mientras iba caminando buscando a su amada, muy al fondo del corredor, en la entrada de la sala de espera vio a una preciosa mujer con vestido azul, con cabello rubio, y un hermoso cuerpo… Parker se emocionó tanto que choco con una mujer mayor, que lo llamo <<irrespetuoso y despistado>>… pero Parker no presto atención su mirada estaba clavada en la preciosa mujer con vestido azul, a medida que Parker avanzaba distinguía mejor a la mujer, y finalmente cuando estaba a unos pocos pasos de ella, mientras él se disponía a saludarla se dio cuenta de un importante detalle… la hermosa mujer no llevaba ningún broche rojo en su corazón…
Entonces Parker siguió de largo, y continuo buscando con la mirada a su amada, mientras pensaba… hubiera sido maravilloso si la preciosa rubia fuera mi mary, pero no importa, estoy seguro que mary me encantara…
Dicho esto, Parker llego a la sala de espera, ya un poco decepcionado por no ver a su amada, cuando de repente apareció ante sus ojos una mujer con vestido azul, era enorme, de edad madura, aunque sin exagerar tanto en edad, posiblemente unos 35 o 40 años, o talvez el sobrepeso hacia que los años se le duplicaran en apariencia, ella estaba sudando mucho en su frente, su cara parecía mal humorada, llevaba una enorme cartera en su pecho, por lo cual Parker no podía ver si algún broche estaba en su enorme corazón, finalmente la señora saco de su bolso un cigarrillo y al encenderlo dejo al descubierto un broche rojo, en el lado izquierdo cerca de su corazón.
Parker sintió una enorme decepción, esta mujer… ¿acaso ella es mi Mary? ¿Mi amada?, pero no había duda, vestido azul, broche rojo, un rojo muy marcado, en el lado izquierdo cerca de su corazón; El pensó, bueno, ahora es tiempo de marcharme, ella no me ha reconocido, hay muchos compañeros míos acá con uniforme militar, jamás pensara que soy yo…
Parker comenzó a caminar hacia la salida más próxima, y huir, pero mientras daba cada paso hacia la salida, comenzó a recordar el porqué se había enamorado de Mary Olsen, y se dio cuenta que hace mucho el descubrió que ella era su alma gemela, el recordó las palabras de aliento de Mary, las muchas cartas y palabras que habían hecho de ella el amor de su vida, y lo feliz que lo hacía con cada carta, y sin olvidar que ambos se declararon amor…
Parker no pudo dar un paso más… ¡pero que me pasa! ¿En qué estoy pensando? pero si… ella es mi Mary… mi Mary Olsen!!! El amor de mi vida… la mujer que amo…!!!
Entonces el corrió, dejando abandonado su equipaje, corrió y corrió, y cuando hubo llegado donde la señora del vestido azul y broche rojo, se le abalanzo feliz, y ya que él era de complexión liviana, y ella obviamente todo lo contrario, fácilmente pudo cargarlo a él en sus brazos, la abrazo con lágrimas en los ojos, y le dijo Mary, mi amor, soy yo, soy Joseph, por fin podemos reunirnos, espere esto por mucho tiempo, y ahora estas aquí, Mary te amo, te amo con amor verdadero y puro…
Ella aun sin decir ninguna palabra, puso en el suelo a Parker, se miraron fijamente a los ojos, y por fin le dijo: Parker? … eres… Joseph Parker? ella tenía una voz más ronca de lo que recordaba, pero bueno solo hablo una vez por teléfono y fue una corta llamada…
– Si mi vida, soy yo, soy Joseph Parker… ahora estoy aquí…
Entiendo, Joseph, por favor sígueme… quiero mostrarte algo…
Joseph estaba confundido, ¿porque tanta frialdad de ella?, parecía no estar contenta, el sin embargo la siguió, aunque había mucha gente en el aeropuerto y caminar entre todas las personas era algo sumamente estresante, pero el enorme cuerpo de ella permitió abrir paso entre la multitud… siguieron caminando hasta que llegaron a la cafetería del aeropuerto…
– Joseph… quiero decirte algo….
El temió lo peor, pensó que posiblemente él no era lo suficientemente grande y… alto para ella, pero aun así él iba intentar hacerle ver su amor verdadero…
– Joseph, quiero que sepas que yo no soy Mary Olsen… ella me pidió el favor de vestirme con este vestido azul, y este broche rojo, y que si algún hombre se me acercaba y me abrazaba con fuerza, y me decía que me amaba, entonces lo trajera aquí…
Parker estaba estupefacto, no daba crédito a lo que escuchaba…
-Pero dígame, si Ud. no es Mary Olsen, ¿dónde está ella?
Cuando él hubo terminado de hablar, escucho una dulce voz atrás de él, y un par de manos suaves y pequeñas, le cubrieron sus ojos…
-Joseph, Joseph Parker, mi amado Joseph, aquí estoy, perdóname por haberte hecho pasar por esto, pero ahora sé que tu si me amas con amor verdadero, y yo te amo a ti con amor verdadero, Joseph, te amo, gracias por estar aquí…
Fue entonces cuando Parker se dio la vuelta, y por fin miro a los ojos de su amada, él se sorprendió mucho, ya que Mary era la mujer que el había visto unos cuantos minutos antes, la preciosa rubia, con lindo cuerpo y bellos ojos, con vestido azul, pero sin broche rojo…
– Mary Olsen, eras tú… sabía que debías ser tú, porque lo que sentí al verte no fue una simple atracción física, sino un llamado del corazón… algo me decía que debías ser tu…
Mary Olsen y Joseph Parker, se abrazaron fuertemente, y se miraron a los ojos por varios minutos, ahora sus corazones estaban sellados del amor verdadero, ese que sobrepasa las barreras físicas y paradigmas estúpidos…
Ellos se casaron 6 meses después y vivieron felices para siempre…
EL VERDADERO AMOR ES UN DON DE DIOS, Y NO ESTA ATADO NI CONDICIONADO A NINGUNA COSA MATERIAL O FISICA.
1 CORINTIOS 13:4-8 «EL AMOR ES SUFRIDO, ES BENIGNO, EL AMOR NO TIENE ENVIDIA, EL AMOR NO ES JACTANCIOSO, NO SE ENVANECE, NO HACE NADA INDEBIDO, NO BUSCA LO SUYO, NO SE IRRITA, NO GUARDA RENCOR, NO SE GOZA DE LA INJUSTICIA, MAS SE GOZA DE LA VERDAD, TODO LO SUFRE, TODO LO ESPERA, TODO LO SOPORTA, EL AMOR NUNCA DEJA DE SER…»